16.2.12

Términos entrelazados y tergiversados "Cruzada" y "Yihad"

 En la actualidad, es muy usado el término de “cruzada” para cualquier tipo de reyerta o acción en contra de algo, ya sin ningún tipo de tinte religioso. Eso es la muestra de cómo el lenguaje va variando a su conveniencia, y lo que antes “emprender una cruzada” era sinónimo de religiosidad y sacrificio contra algo que ponía en peligro el catolicismo, actualmente no es más que luchar contra algo determinado, pidiendo que se unan apoyos. Ayer mismo, en Twitter, un chico afirmaba que iba a emprender una cruzada contra un tipo determinado de películas de vampiros, algo que no tiene absolutamente nada que ver con los siglos XI y XII, y menos aún con Oriente. Lo mismo sucede con “Yihad”, que en sus inicios significaba un sacrificio interior que tenían que hacer todos los musulmanes, algo que no implicaba necesariamente el uso de las armas. Existe el yihad mayor, que es el propio sacrificio del musulmán, la peregrinación en comunidad y su compromiso de sumisión al Islam (que significa eso precisamente "sumisión") y por otra parte existe el yihad menor, que se trata de la defensa del Islam, con las armas si fuese necesario, en último término. Si preguntamos hoy en día, a cualquier persona a pie de calle qué cree que significa “yihad” lo más probable es que diga “guerra santa” o que lo vincule de forma directa con el terrorismo islámico y al-Qaeda. Me he dedicado a buscar noticias actuales que contuviesen las palabras “yihad” y “cruzada”. Hay gran cantidad de titulares que contienen estas palabras, algunos tan llamativos como “El Ayuntamiento de Guadalajara emprende una cruzada contra los porros”.




El propio concepto de “Cruzada” encierra toda una problemática interna. Amin Maalouf, en su libro Las cruzadas vistas por los árabes muestra una periodización del conflicto distinta a la que estamos acostumbrados. En Occidente, lo dividimos en “Primera Cruzada”, “Segunda Cruzada” y así sucesivamente hasta ocho etapas, que se cierran finalmente entre 1270 y 1290. Es la periodización más extendida, por ser precisamente la más estudiada y divulgada.
Un artículo muy interesante sobre historiografía de las cruzadas, de Jose Manuel Rodríguez García, profesor de Historia Medieval en la UNED, ilustra cómo para la historiografía árabe las cruzadas no difieren de otras guerras contra bizantinos, sirios…y que los francos son un enemigo más.
En Occidente, hasta la primera mitad del siglo XIX se considera un periodo oscuro, como toda la Edad Media. Son dos autores los que revolucionan este tema: Michaud y Wilken. Tras la Segunda Guerra Mundial, son autores como Grousset, Chalandon, Hagenmeyer, Erdman o Munro y Krey, los que retoman esta temática y aportan diferentes visiones al concepto de cruzada. Las cruzadas han sido estudiadas incluso desde un punto de vista ideológico y político, como los trabajos de Runciman, y con el tiempo su estudio se fue especializando, conforme surgían nuevas ramas historiográficas: de la economía, de la sociedad…
Respecto al significado de la palabra “cruzada” hay controversia historiográfica en lo referente a si sólo se le puede llamar así a las incursiones en Tierra Santa o si la Reconquista, o conflictos similares, también podrían considerarse cruzadas.
Por parte de la historiografía árabe, hasta la segunda mitad del siglo XX no hay verdaderamente obras de interés sobre las cruzadas, salvo las propias crónicas contemporáneas al conflicto, cuyos fragmentos podemos encontrar en el libro de Maalouf.  Los autores que comienzan a tener importancia en este ámbito son Sayyid’Ali al-Hariri y Yusuf al-Dibs.
Ambas historiografías han pasado por varias escuelas y corrientes, y no tengo la extensión suficiente para hablar de ellas. Pero es importante saber que tanto por Occidente como por parte de Oriente ha habido un esfuerzo de teorización y divulgación del conflicto, y desde la segunda mitad del siglo XX el interés sobre este tema ha ido creciendo, especialmente en relación con la palabra árabe “yihad” y los conflictos abiertos que hay actualmente en Palestina, Iraq o Siria. 

Actualmente, la temática de las cruzadas sigue siendo muy utilizada, eso nos da una pista de lo relevante que sigue siendo para la sociedad occidental. Ya sea en el cine, con películas épicas y exageradas como El Reino de los Cielos que muestra la parte de la historia que interesa a Hollywood, no la que fue y que tergiversa a su gusto personajes como Saladino , y especialmente Bailán de Ibelín, que no tiene nada que ver con el protagonista de la película ; o en videojuegos, como uno de los más populares de hoy en día Assasin’s Creed que no solo tiene como escenario Jerusalén y Damasco, entre otras fortalezas, a lo largo de la Tercera Cruzada, sino que además se mueve a lo largo del Renacimiento italiano en la segunda entrega del juego, y llega incluso a tener contacto extraterrestre, aunque hay que reconocer que la ambientación del videojuego es bastante fidedigna. Resulta, cuando  menos, llamativo. Respecto a la literatura, encontramos algunas novelas que tienen más rigor histórico que las películas y los videojuegos, por supuesto, como La Cruzada de los Niños de Peter Berling que, entre la historia de romance entre una princesa franca y un emir árabe, narra lo que fue una expedición organizada por niños francos hacia Tierra Santa, y cómo se aprovecharon cruelmente de su fe, de la pobreza, y de la falta de posibilidades de muchos de ellos. No es la única novela, pues sobre las cruzadas se ha escrito muchísimo. Cuando nos paramos a pensar en la época de las Cruzadas, pero especialmente en épocas anteriores, tendemos a recrear la visión que nos ha legado el romanticismo. Bellísimos palacios con vegetación, fuentes, piedras preciosas, aromas intensos…La visión que tenemos de Oriente es la de una mezcla de belleza y misterio. O mejor dicho, una belleza proveniente de la oscura historia del califato omeya y de su continuación abbasí. Las intrigas de palacio fueron recogidas y mitificadas por escritores románticos y estudiosos como Michaud ya en el siglo XIX, que empezaron a dejarse llevar en una corriente más oriental, dado su exotismo. El ejemplo más claro de este hecho son los Cuentos de la Alhambra  de Washington Irving.

Así pues, invito a dejar a un lado los prejuicios y términos históricos que nos han sido inculcados desde pequeños, pues son variables en su significado y en su propia interpretación a lo largo del tiempo, e investigar sobre palabras de gran contenido historiográfico. Seas historiador en potencia, o no, es necesario saber que el lenguaje sigue una dinámica que a veces no tenemos presente, y a la hora de utilizar un término, ya sea "Cruzada", "Yihad" o "Feudalismo" debemos recapacitar en la propia historia de ese término y si es correcta su utilización.

BIBLIOGRAFÍA. 

RODRÍGUEZ GARCÍA, J. M. Historiografía de las cruzadas. Espacio, Tiempo y Forma, serie III, Hª Medieval, t.13, 2000. Págs. 341-395
MANZANO MORENO, E. Historia de las sociedades musulmanas en la Edad Media. Ed: Síntesis, Madrid. 1992. 
BERLING, P. La Cruzada de los Niños, Ed: DeBOLS!LLO, Barcelona. 2005. 
MAALOUF, A. Las cruzadas vistas por los árabes. Ed: Alianza Editorial, Madrid. 2010. 
Mundo Árabe.org – Yihad e islamofobia, por Abdennur Prado. [http://www.mundoarabe.org/yihad_islamofobia.htm] 


Aurora González Artigao 
Segundo Curso, Grado de Historia en la Universidad Autónoma de Madrid. 
aur.gonzalez@estudiante.uam 

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