Sentimos mucho la falta de actividad de este último mes. Se acercan los exámenes y como comprenderéis, contamos las horas con cuentagotas. Aún así, he rescatado un comentario de un texto que leímos en la asignatura de al-Ándalus y el mundo islámico, que me gustaría compartir, por no dejar esto tan vacío y porque igual es de interés para alguno. Mil gracias al que se pase por aquí y soporte las parrafadas que tanto Héctor como yo ponemos.
Se trata de un llamativo caso de
vertebración histórica de una guerra propia en la Arabia preislámica. Lo que el
texto describe es precisamente el inicio de esta guerra, por una cuestión tan
nimia como puede ser una competición entre un caballo, Dahīs y una yegua, Gabrā,
en “una carrera en la que el ganador recibiría 100 camellos”. Una tribu
concreta, la tribu de Dhubyān, cuyo jefe era Hudhayfa ibn Badr, se encargó de
preparar una emboscada, para cambiar el resultado de la carrera a su favor, y
este acontecimiento marcó una fuerte enemistad con la tribu de ‘Abs, cuyo jefe
era Qays ibn Zuhayr. El dueño de la yegua, miembro de la tribu de ‘Abs, exige
un pago en compensación por la derrota, y ante la negativa de la tribu de
Dhubyān, comienzan una serie de enfrentamientos, reflejados en el texto con las
palabras “comienzan las escaramuzas”.
Este texto ilustra la beligerancia que
se daba entre las tribus del territorio que conocemos como Península Arábiga,
antes de la primera revelación de Allah a Muhammad y de la expansión del Islam,
en lo que se conoce como la etapa de la Ignorancia, la Ŷāhilyya (الجاهليّة). La tribu (qabila)
era el fundamento sociológico común en ese vasto territorio. La comunidad
subsistía gracias al apoyo mutuo y la articulación de alianzas o uniones entre
tribus, legitimadas por la búsqueda, a priori o posteriori, de un antepasado
común. Sin embargo, no existía ningún tipo de legislación o jurisdicción dentro
de la tribu, y los enfrentamientos como el que se narra en el fragmento sobre
esta carrera de caballos, se dirimían normalmente por medio de un círculo
vicioso de violencia, la ley del talión. En otras palabras, ojo por ojo, diente
por diente. Una retroalimentación de la violencia que generaba cierto malestar
por conflictos inacabables, reflejada en el texto cuando, para cobrarse ese
precio por las trampas, el jefe de la tribu ‘Abs asesina al hermano del jefe de
la tribu contrincante y, literalmente “el jeque de los Dhubyān pide el precio
de la sangre, es decir, la muerte del hermano de Qays (el jefe de los ‘Abs)” es
decir, pide el cumplimiento del código o ley del talión. La tribu aseguraba
también la defensa de cualquier miembro ofendido por otras tribus, de ahí que
un conflicto tan nimio como podía ser el hecho de hacer trampas en una carrera
de animales, supusiera un enfrentamiento abierto entre dos comunidades,
durante, según la tradición, cuarenta años.
mapa de la Arabia Preislámica |
Pero, aparte del propio funcionamiento
de ese sustrato de organización social, de esa qabila, el texto denota la importancia de los árabes hacia ciertas
cosas como el camello o la poesía. Es llamativo como la recompensa por ganar la
carrera no es oro, u objetos de lujo, sino que son nada menos que 100 camellos.
El camello, introducido en la Península Arábiga en el siglo XI a.C. resulta ser
un animal de enorme utilidad en un medio tan hostil, como fuerza de transporte,
pues es capaz de aguantar hasta una semana sin beber agua, y recorrer cantidad
de kilómetros sin descanso. Además, su piel sirve para fabricar las jaimas, las tiendas familiares de la
tribu. Por tanto, no es extraño que sea tan valioso como para suponer un
importante premio, y motivo de disputa. El camello protagoniza, por otra parte,
cánticos como el de Ka‘bibn Zubayr, en el poema
de la burda, que eleva a la camella casi a la condición de un ser adorado,
con bellas metáforas como “caminan sobre ella las garrapatas, pero su pecho/ y
lisos flancos, las hacen resbalar; (…) de hocico aquilino, que destaca la vista
entre sus orejas/ frente a la lisura de sus mejillas (…) con morenos tendones
que le permiten trotar sobre los guijarros/ sin que sus negras pezuñas estén
herradas” dejando clara la sensibilidad de esta sociedad pre-islámica hacia
este animal, y por otra parte, dando cuenta del papel que la poesía tenía en
esa misma sociedad. Los poetas aparecen de la misma forma como figuras de
influencia en la qabila. Es llamativa
la participación del poeta ‘Antara, por parte de una de las tribus, como
participante en esa guerra, y que se recalque tanto ese hecho, o, como explica
cuando “finalmente las dos tribus firman la paz, hecho celebrado por el poeta
Zubayr”, posiblemente el mismo Zubayr que dedicaba esos versos a la camella,
que se encargaba ahora de sellar la guerra. La poesía era una forma de mantener
la propia memoria de las tribus, un sustrato cultural común que tenía gran
relevancia incluso en concursos de cantos, danzas y poesías, como los que se
celebraban en La Meca, donde los mejores poemas se colgaban en las paredes de
la Ka‘ba, y que reflejaban el propio pensamiento que caracterizaba a los
miembros de las tribus beduinas o nómadas, tratando temas como la
transitoriedad del tiempo, o la falta de apego a las cosas materiales. No
resulta extraño, pues, que los poetas, como ‘Antara, participasen, ya que eran
los cronistas, los genealogistas y quienes manejaban la memoria de la tribu, al
servicio del jefe de ésta. El poeta ‘Antara ibn Saddad, se consagró como un
importante héroe prototipo de poeta-guerrero en defensa de la tribu ‘Abs,
dedicándole también importantes halagos,
Sus versos recogían los
principales acontecimientos y las líneas de pensamiento árabe, eran los
transmisores de memoria, y de ahí su respeto como personajes importantes dentro
de la qabila.
La Meca en la actualidad, a rebosar de peregrinos. También en la Yahiliyya era un lugar de cierto estatus sagrado. |
Algo parecido ocurrió en la guerra de
al-Basus, que también radica a partir de un hecho que actualmente nos parecería
que carece de importancia, pues el objeto de discordia es un camello, guerra
que lidera incluso un famoso poeta, ‘Amr Bnu Kulzūm, cuyas poesías eran
bastante épicas, y que trata temas llamativos como la valentía de la mujeres,
que llegó a enfrentarse con el rey de Hira por ofenderle sin miramientos con
sus poesías, aunque también hace hincapié en temas tan profundos como la
transitoriedad del tiempo. En su mu‘allaqāt más famosa, afirma “Pues la muerte
ha de alcanzarnos: destinada nos está, y nosotros a ella”. Protagonizó la
enemistad entre su tribu, Taglib, y la tribu Bakr, que desencadenó una guerra
también prototipo de esos enfrentamientos tribales preislámicos.
Enfrentamientos que se vertebraban en días importantes. Con la historia del
enfrentamiento entre las tribus de ‘Abs y de Dhubyān, también se pone de
manifiesto cómo se entendían y periodizaban las guerras, a partir de “días
célebres”, que, aunque no aparece directamente en el texto, buscando un poco
sobre el día de Dahīs y Gabrā es uno
de los rasgos sobre los que llama la atención, por ejemplo, Mª Jesús Rubiera.
Las guerras no se dividían en etapas, o meses, sino que las grandes batallas se
daban en días con un nombre determinado, como el propio día de Dahīs y Gabrā, y esto se conoce como los Ayyām al-‘arab (los
días de los árabes), que son relatos concretos sobre los conflictos bélicos en
esa sociedad árabe.
Como conclusión, cabe decir que el
relato sirve para entender, no solo la propia belicosidad interna entre tribus,
sino la importancia de elementos determinados como el camello o el desierto, la
presencia de los poetas y la poesía, y, en resumen, la forma de articulación de
una sociedad definida también a raíz de un medio hostil, poco cohesionada, pero
que mantenía algunos rasgos comunes que luego cristalizarían con la aparición
del Islam, como el propio prototipo de árabe beduino. Incluso los propios
califas Omeya fueron una extensión del sayyid,
el encargado de dirigir esas tribus, un primus
inter pares.
Bibliografía
y fuentes en internet:
HOURANI,
A. historia de los pueblos árabes. Editorial
Ariel, S.A. 1996, Barcelona.
RUBIERA,
M. J. La literatura árabe clásica. Ed.
Universidad. 1996, Alicante.
[http://www.libreria-mundoarabe.com/Boletines/n%BA29%20Jul.05/Literatura%20Arabe%20Preislamica.htm]
Una página web solamente sobre literatura preislámica, por Alif Nûn.
[http://bouftil.blogspot.com.es/2008_03_01_archive.html]
Un blog muy interesante sobre literatura árabe, que abarca varias épocas y da
información muy completa.